29 junio, 2022

Las 4 estaciones 2022

By planetaviola 0 1848 Views

En enero de 2014, Max Richter lanzaba la grabación de su versión de las Cuatro Estaciones de Vivaldi. Sin duda, una de las piezas más populares de la música clásica. Estas piezas, para muchos de nosotros han significado la entrada no solo al mundo de la Música Barroca, sino también a la clásica en general.

Richter, no es una excepción, y como él mismo explica, fue la puerta que se le abrió de niño para adentrarse al mundo de la música clásica y que lo atrapó para llegar a ser el músico y compositor que ha llegado a ser.

Max Richter – Photo by uDiscoverMusic.com

En 2015, escribía un post en PlanetaViola sobre qué versión os gustaba más. Es evidente que la obra del veneciano Antonio Vivaldi siempre será “la original” y poder llegar a sobrepasarla con una versión de la misma,  puede llegar a ser una osadía. Pero hay que ir más allá, ver la “recomposición” como un tributo, un homenaje y dejarse llevar por las texturas y nuevos espacios sonoros que recrea Richter.

Si la primera “recomposición” que realizó me sorprendió, me cautivó y fue mi fiel compañera durante muchos kilómetros en mi coche, esta nueva versión, creo que va a seguir la misma línea.

Recién salida la grabación, y tras varias escuchas comparadas, tanto con la primera que realiza el compositor alemán, como con la versión original, la de 2022 es sin duda diferente.

Richter se ha rodeado de una orquesta esta vez, la Chineke! Orchestra junto con la violinista Elena Urioste. ¿Cuál es la principal diferencia? En esta ocasión se utilizan instrumentos de época y cuerdas de tripa que le dan una sonoridad mucho más fidedigna y crea un mundo sonoro que te atrapa.

En la introducción, en el llamado por Richter “Spring 0”, el uso de un sintetizador de los años 70, un Minimoog que recrea una atmósfera mucho más de suspense, se intuyen de manera lejana las primeras notas de la primavera de Vivaldi pero de manera mucho más sutil que en la primera versión de Richter. Personalmente, todo un acierto crear esa atmósfera y en tan solo 42 segundos.

Ya de lleno en las Cuatro Estaciones, los tempos rápidos son mucho más intensos, vivos y con mucha más emoción. La solista, usa otro tipo de vibrato, muy diferente al de la primera versión, menos “romántico”. Es un vibrato con fuego, que a veces llega a ser “agresivo” y personalmente creo que ahí está la esencia de Vivaldi. Para mí, si algo es Vivaldi, es pura agresividad musical, tentación y provocación lo cual choca mucho al pensar que Vivaldi fue el llamado Prete Rosso (el cura rojo, porque era sacerdote y además, pelirrojo). Todo esto se traduce con movimientos muy ágiles, rápidos y con grandes contrastes que en la versión anterior no llegaban a producirse de la misma manera. Se nota y mucho lo que es el uso de los instrumentos de época con las cuerdas de tripa.

Antonio Vivaldi

Los tiempos lentos, por el contrario, tienen una paz y calma en la versión de Richter que recrean muy bien los contrastes que se buscaban en el Barroco musical. En particular, las atmósferas que recrea en la versión del Verano, es espectacular. Para mí, los tres movimientos son una auténtica gozada tímbrica, musical y llenos de contrastes.

Algo muy parecido sucede en el Invierno.  El inicio de las cuerdas, con las disonancias y con el sonido nasal del sul ponticello, le da un toque espectacular creando un ambiente con cierto matiz especulativo, de suspense e intriga. Richter reconoce que es bastante parecido al original pero con ciertos matices rítmicos. De nuevo, vuelve a contrastar con el segundo movimiento, que con una base armónica, y encima de ella la melodía original de Vivaldi, recrean sin duda alguna el intenso y gélido frío (vamos, ni en Invernalia). Tras la calma del segundo, como no podía ser de otra manera, llega el frío más duro, notas arriba y debajo de la violinista solista pero nada tiene que ver con el original de Vivaldi en este caso.

Así, pues, personalmente y tras una escucha comparada, me quedo con esta segunda grabación. Los contrastes son mucho más acusados, mucho más claros y junto con los tempos rápidos más intensos y con más fuego, hace que los lentos sean un bálsamo de paz, creando atmósferas realmente espectaculares.

Y a ti, ¿qué versión te gusta más?

Un saludo,

Carlos 😉

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